Hoy me pasó algo extraño.

No sé que pudo haber sido, eran las 3:00am cuando me di cuenta de todo. Resulta que aproximadamente 15 minutos antes, a las 2:45am de la madrugada, lo sé porque vi el reloj en la pared, por alguna extraña causa que aún no puedo identificar, me desperté sobresaltado. Me apoyé sobre los codos para enderezarme un poco en la cama, tratando de encontrar la razón de mi sobresalto. Me levanté para ir a tomar un poco de agua y mi sorpresa fue mayúscula ya que, al pasar frente a la ventana de mi cuarto y voltear hacia afuera, me di cuenta que el cielo era de un color negro intenso, con muchísimas estrellas visibles y artefactos que pasaban volando rápidamente de un lado a otro. Creo que me oriné encima por la impresión. Sin abrir la ventana, me acerqué para ampliar el rango de visión y poder ver mejor. Lo que creí que eran estrellas fugaces, ¡eran una especie de naves espaciales! y todo afuera era diferente. Me dirigí a la puerta y, después de cavilar un par de minutos me decidí a abrirla. Alcancé a ver a una niña pequeña montada en una especie de bicicleta extraña que pasaba justo frente a mi y me decía:

— ¡Que bueno que nos visitas!

Y después de eso, recibí una especie de Flash en la cara que no supe de donde provino, sentí claramente que me lanzó hacia atrás, abrí los ojos y estaba recostado en mi cama otra vez. Me levanté rápidamente para abrir la puerta y ver que era eso que había visto. Todo estaba en calma, el cielo era igual que siempre, con ese tono entre negro y azul marino que siempre tiene, no había estrellas ni artefactos volantes, mucho menos una niña en una bicicleta extraña.

¡Pero todo fue tan real que no sé que pensar! Volteé a ver el reloj y este marcaba las 3:00am en punto, ¡habían pasado 15 minutos en un lapso en el que para mi, habían sido menos de tres!

Ahora ya no sé si mi cerebro me está jugando chueco.