martes, 22 de febrero de 2022

Problemas cuando menos te lo esperas.

¡Vaya desmadre que me tocó! Se supone que me salgo un poco más tarde de la casa (que es su casa) para tratar de evitar el «gentío» en el metro o en el camión y así llegar más rápido y ¡zas!, como decía un amigo, «el bolón» de gente y pues, ni hablar, me tocó subirme así.

En estos tiempos me preocupa más el contagio que otra cosa, y se los comento porque ¡ah jijo!, me tocó algún/a pedorro/a que venía haciendo de las suyas y bueno, me di cuenta que la mascarilla o cubrebocas no sirve para evitar tales situaciones, ¡me venía ahogando y casi vomitando! y pues, con la pena, me dio el ataque de tos ¡ah, pero eso si!, hice la aclaración;

— «No crean que estoy enfermo, alguien se viene cagando y apesta bien gacho» fue lo que les dije.

Algunos se rieron, otros se hicieron los ofendidos y por ahí escuché un:

— «Pues si no te gusta, vete en taxi».

Y pues, entre pedos y hediondeces llegué a mi destino.

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