Respecto al título, mucha gente cree que los llamados «Microsismos» y la formación de Socavones no tienen nada que ver, pero si checamos la información respecto a estos temas, podemos darnos cuenta que es muy similar:
SOCAVONES.
La Ciudad de México se encuentra en una zona geográfica con
características geológicas y geotécnicas complejas debido a su ubicación sobre
el lago de Texcoco. La ciudad ha experimentado hundimientos y problemas de
subsidencia en el pasado, lo que ha llevado a la formación de socavones en
diferentes partes de la ciudad.
El riesgo de que se genere un gran socavón que ponga en
peligro la estabilidad de la ciudad es real, y es importante que se tomen
medidas preventivas y de mitigación de riesgos para reducir la probabilidad de
que esto ocurra.
Uno de los principales factores que contribuyen a la
formación de socavones en la Ciudad de México es la extracción de agua
subterránea para uso humano, industrial y agrícola. La extracción de agua puede
provocar un hundimiento del suelo y la formación de cavidades subterráneas, lo
que aumenta el riesgo de la formación de socavones.
Es necesario realizar estudios geológicos y geotécnicos para
identificar las zonas de mayor riesgo y establecer medidas preventivas y de
mitigación de riesgos, como la regulación de la extracción de agua subterránea,
la consolidación del suelo y la implementación de sistemas de monitoreo de la
estabilidad del terreno. También sería importante que se realicen campañas de
concienciación y educación sobre los riesgos geológicos y geotécnicos para que
la población esté informada y pueda tomar medidas para protegerse a sí misma y
a sus propiedades.
MICROSISMOS.
Respecto a los "microsismos"; estos son pequeños temblores o
vibraciones que se sienten en algunas partes de la Ciudad y que no
son causados por un sismo real. Aunque la ciudad se encuentra en una zona
sísmica, los "microsismos" no son necesariamente causados por la
actividad sísmica.
En el caso específico de la Ciudad de México, los
"microsismos" pueden ser causados por una combinación de factores
geológicos y antropogénicos. Por ejemplo, la
construcción de edificios y la circulación de vehículos pesados pueden provocar
vibraciones en el suelo y generar pequeños temblores.
En cuanto a la relación con la historia geológica de la
ciudad, es cierto que la Ciudad se encuentra en una zona que antes
fue un gran lago, lo que puede influir en la forma en que se propagan las ondas
sísmicas. La presencia de sedimentos lacustres y otros materiales geológicos
que pueden amplificar o atenuar las ondas sísmicas pueden ser un factor que
contribuya a la generación de "microsismos" en la ciudad.
Sin embargo, es importante destacar que estos no representan un riesgo para la seguridad pública y no
suelen causar daños significativos en las estructuras. En cualquier caso, sería importante realizar estudios geológicos y geotécnicos para entender las
características del subsuelo de la Ciudad de México y tomar medidas para
reducir los riesgos sísmicos y geológicos en la ciudad.
En general, creo que ambos fenómenos pueden estar relacionados con la actividad humana que provoca cambios en el subsuelo. Sería importante que las autoridades tomaran medidas preventivas y de mitigación de riesgos para tratar de reducir la probabilidad de la formación de socavones y "microsismos" en la ciudad.
No creo que lo hagan, y al menos yo, veo cada vez mas construcciones en distintas áreas de la ciudad. Al final, eso nos va a pasar alguna factura, no tengo la menor duda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario